Miel Rossend Margalef
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A medida que el transporte permitio la movilidad, la familia Margalef se hicieron apicultores trashumantes.
Rossend es hijo del Perelló, dónde sus abuelos y bisabuelos ya trabajavan con las abejas y la terra. Durante siglos la miel había estado un elemento más de la subsistencia y autonomía de la gente del campo. Con cuatro gallinas, algún conejo, si podían algún cerdo, cabras o corderos, un huerto y alguna polilla, els rebostos quedavan bien proveídos. La miel formaba parte de una economía precaria en unos tiempos y una tierra dónde nadie te regalaba nada. La peculiaridad de la zona, por suerte, podía ofercer más de una cosecha, aprovechando la proximidad con los naranjos de Amposta, Alcanar y el norte de Castellon, lo cual favorecía mucho la actividad apícola para los apicultores del Perelló, y la comarca, poco a poco, se fue convirtiendo en un territorio apícola por naturaleza. A medida que los medios de transporte permitieron la movilidad, la familia Margalef se hicieron apicultores trashumantes. Los antepasados de Rossend no tenían muchas posibilidades de elegir qué querian ser de grandes. La vida ofería pocas cosas y ser apicultor era una buena salida. En cambio, Rossend sí que escogió ser apicultor voluntariamente, y no porqué fuera fácil ni sencillo. En Rossend ha pasado épocas en que le habría sido mucho más rentable dedicarse a hacer de albañil que empecinarse a ser apicultor.. La miel, como todas las cosas que dependen 100% de la naturaleza, tiene cosechas imprevisibles, sequías y heladas, con la pérdida de cosechas que esto compuerta, pero la determinación, el hecho de tener el privilegio de trabajar en plena naturaleza, i el afán de superació han podido más.
Así fue cómo , ya hace unos años, se marco el objectivo de producir y seleccionar mieles, polen, paneles, etc., de calidad, y con este proceso ha conseguido exportar a Europa y Japó, lo cual lo enorgullece dado que es una empresa pequeña de carácter familiar. Seguro que Rossend os explicará muy bien las características de sus productos si vais a su tienda.
Tienen más de tres mil colmenas haciendo trashumancia por nuestras comarcas, aprovechando todas les florecimientos, que dan miel de muchos sabores y colores. Además, a Rossend le gusta tener mieles extrañas, como pueden ser las de madroño, una miel amarga muy diferente de las otras, de manzano, de naranjo, de romero, de castaño… pero también la de bosque que le traen unos pequeños apicultores de Galicia, la de limonero de Murcia, la de eucalipto… En fin, Rossend me ha parecido un enamorado de la miel y de tot aquello que tiene relación.
Su tienda esta llena de potes de medidas y formas distintas con todas estas mieles que os explico. Además, también vende material apícola y hace ejambres. El día que estuve en el Perelló hacía un calor infernal i me apeteció acercarme al mar. No conocía sus playas y me sorprendieron. Que bonitas y agradables las encontré! Rocas y pinos en la orilla del agua… Os hago el comentario para hacero coger unas ganes incontenibles de tener una buena excusa para ir a ver la tienda de Rossend Margalef. Seguro, seguro que todo os encantará! Mar y miel!
Publicado por la revista Artesans.